Una comunidad puede ser una división, un grupo de compañeros, un departamento del ayuntamiento, un grupo de trabajo o una comunidad en línea con intereses similares. El objetivo principal de la tutoría comunitaria es el desarrollo sostenible y la mejora de una comunidad determinada. Para lograrlo, los voluntarios o mentores ofrecen su asesoramiento y ayuda a otros.
Esta práctica, en la que pueden participar mentores procedentes de los propios entornos de los alumnos, también es crucial para ayudar a las poblaciones socialmente marginadas. El objetivo es fomentar el autodesarrollo para que las personas construyan redes sociales más sólidas y se sientan más impulsadas a alcanzar sus metas. De este modo, la comunidad en la que las personas prosperan evolucionará de forma natural.
La comunidad, en cualquier caso, proporciona un contexto y un sentido de valores compartidos. Es más sencillo establecer relaciones fructíferas de tutoría y unir a la comunidad de tutoría como resultado de estos puntos en común.
Se necesita una comunidad: tutoría
Un mentor comunitario es alguien a quien se enseña a fomentar la cooperación entre iguales y a implicar a los participantes en su aprendizaje dentro de la comunidad. Los mentores comunitarios guían a los participantes en la comunidad en el uso de métodos de formación independientes y habilidades relevantes.
En la comunidad de mentores, los participantes desarrollan un vínculo a través de la experiencia compartida que afectará a su forma de relacionarse profesionalmente en otros ámbitos de la vida. El sentimiento de pertenencia de los participantes al grupo de tutoría reforzará su sentimiento de pertenencia a la comunidad en su conjunto.
Fuera de la relación de tutoría, las habilidades de coaching y escucha activa adquiridas durante la formación de mentores se aplicarán para cambiar la cultura del lugar donde la gente trabaja, comparte o se comporta dentro de la comunidad. Estas habilidades de liderazgo mejoradas fomentan un mayor sentido de comunidad y pertenencia.